Toda la vida me llamó la atención estudiar ballet, pero lamentablemente mis papás no tenían los recursos para pagarme un estudio de danza. Vivo en la zona 3, a la orilla de un barranco.
Cuando tenía como 14 años, una vez estábamos escuchando Radio USAC y salió el anuncio de que iban a impartir clases de danza para niños en el Paraninfo Universitario, y decidí llegar. En ese entonces se pagaban 25 quetzales de inscripción y otros 25 de mensualidad, pero como éramos de escasos recursos, en ocasiones ni los 25 quetzales podíamos pagar. Mi mamá me decía que ya no podría seguir asistiendo a clases porque no teníamos dinero.
Me puse a pensar en qué podía hacer para seguir estudiando danza, y en eso, vi a unas personas que vendían pastelitos. Entonces se me ocurrió empezar a ahorrar el dinero que me daban en la escuela pública donde estudiaba. Recibía 5
“Estaba viendo un reportaje en la televisión sobre la Escuela Municipal de Danza y ví a las estudiantes de la primera promoción. ¡Yo quería ser como ellas! Me ponía a copiar lo que ellas hacían: apuntar los pies, colocar la espalda recta y ponerme de puntillas. Tenía solo 5 años.
Con el apoyo de mi mamá pude entrar a la Escuela cuando cumplí los 8 años. Ella pagaba la mensualidades, los pasajes de bus y me compraba con mucho esfuerzo los implementos que necesitaba para mis clases, como zapatillas, mallas y maquillaje. Por el contrario, mi papá siempre decía que la danza era una pérdida de tiempo; que no servía para nada y por esa razón nunca fue verme a mis presentaciones.
Justo en esa época, mi papá se enfermó y mi mamá ya no podía llevarme a clases porque tenía que quedarse en casa para atenderlo. Empecé a faltar mucho a
El Ballet de Jalisco se presentó el 14 de septiembre en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias como parte de la Semana de la Amistad Guatemala – Jalisco. Con 3 años de existencia y bajo la dirección del Maestro Dariusz Blajer, este ballet es considerado como una de las mejores compañías de México.
EL ESPECTÁCULO
La sala de teatro llena de personas esperaba el inicio de un espectáculo de ballet clásico, que sin duda cumpliría con las expectativas de los que esperábamos impacientes. Iniciaron con Akbal, una danza desbordante de energía, saltos y fuerza que impresionó a todos. La coreografía es de Aldo Kattón, con quien pude conversar para escribir este artículo.
Aldo ha sido maestro del Ballet de Jalisco desde su fundación. Parte de los retos con los que se encuentra al trabajar con bailarines de diferentes culturas, escuelas y técnicas, es poder unificarlos y sacar lo mejor de cada uno para
Escribir un artículo de danza se convierte en una experiencia extraordinaria cuando puedes darle seguimiento a la puesta en escena. Esta semana publiqué un artículo sobre «La Bayadera«, presentada por el Ballet Nacional de Guatemala en su Temporada Oficial. La idea inicial consistía en hacer una reseña histórica de la obra y presentar a los bailarines invitados que interpretaron a los personajes de Nikiya y Solor en temporadas pasadas. Luego se me ocurrió que podía entrevistar a los bailarines de esta temporada: Norman Barrios y Joyce Cruz.
Todos los que conocen de danza clásica en Guatemala saben quién es Norman, un bailarín experimentado y actual miembro del Joven Ballet de Jalisco, en México. Por todos esos años de trayectoria no esperas menos que verlo bailar con esa limpieza y precisión que le caracteriza. Es él quien se lleva una tremenda ovación cuando ejecuta sus variaciones con una técnica impecable y es















